
El año pasado os informamos de un importante hallazgo relacionado con la música tradicional: un conjunto de cintas de cassette que contenían las grabaciones de campo realizadas por el investigador Juan José de Mur entre 1979 y 1985, que utilizaría pa...
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El casco antiguo de la ciudad de Huesca está circunscrito por un recinto amurallado del siglo IX, del que se conservan importantes tramos.
La muralla medieval que rodea la ciudad llegó a tener 90 torres, de planta rectangular, distantes unas de otras unos 22 metros, aunque en la actualidad sólo resta el Torreón del Amparo. En su trazado, que discurría por la ronda de Montearagón, Coso Bajo, Coso Alto y calle Joaquín Costa, con un perímetro de unos 1.800 m y encerrando una superficie aproximada de 22 Ha, se abrirían varias puertas que darían acceso al primitivo recinto, conservándose tan sólo una de ellas, la popularmente denominada Porteta.
El tramo de muralla más importante se sitúa en la zona denominada significativamente Trasmuro, entre el puente de San Miguel y la plaza de toros, en la ronda de Montearagón.
Los libros, bibliotecas y hábitos lectores constituyen un capítulo apasionante de nuestra historia cultural. ¿Qué leían nuestros antepasados? ¿Cómo eran las bibliotecas de los humanistas, clérigos y nobles en el Renacimiento o el Barroco? Buscando una respuesta a estas preguntas, nos asomaremos a la Huesca del siglo XVI, una pequeña pero pujante ciudad que contaba con una universidad y con una imprenta recién inaugurada, para conocer las bibliotecas y prácticas lectoras tanto de sus élites como de unos ciudadanos que también disfrutaban de lecturas públicas.
Jesús Vázquez ObradorSabiñánigo, Comarca del Alto Gállego, 2002